Femicidios, diferencias salariares, presencia en instancias de decisión, son algunos de los temas en debate que han puesto la discusión sobre género en un lugar relevante de la agenda pública.
¿Cuál es la mirada desde la academia? Conversamos con Paulina Gutiérrez Zepeda, ingeniera comercial y doctora en educación de la Universidad de Portland, Estados Unidos, académica de la Escuela de Ciencias Empresariales (ECIEM) y del Magister en Políticas Públicas y Gobernanza Territorial, desarrollado por el Instituto de Políticas Públicas UCN, en alianza con ECIEM y la Facultad de Ciencias Jurídicas.
Actualmente se discute la inclusión de las mujeres en el órgano constituyente, de ser aprobado el cambio en la Constitución.
¿Cómo evalúa la importancia de la participación de las mujeres en la toma de decisiones de esta naturaleza?
Primero que todo, creo que es relevante y primordial que las mujeres participemos en la toma de decisiones, tanto en la esfera pública como privada, porque somos y representamos el 50% de la población y tenemos que reflejar esa realidad. Segundo, se sabe que sólo el 15% de las mujeres forman parte de directorios de empresas. Este porcentaje aún es muy bajo a nivel país, y esto significa que NO estamos participando en las tomas de decisiones, somos minoría en las decisiones de poder en las organizaciones. Por lo que incorporar mujeres y su mirada integral e inclusiva, definitivamente hace que los cambios se aceleren al interior de las organizaciones. Finalmente, se sabe que las últimas cifras indican que el porcentaje de participación de mujeres en los directorios es más bajo en empresas nacionales que multinacionales, por lo que el desafío, entonces, es aún mayor.
Tener la garantía de inclusión de mujeres en el proceso constituyente no sólo es un aporte, sino que todo lo contrario, no perjudica a nadie. No tener esta garantía en la participación femenina sería perjudicial, sería seguir perpetuando la inequidad de género.
¿Qué relevancia tiene la participación de las mujeres en otros ámbitos u otras organizaciones?
“Si hay más mujeres en la toma de decisiones, la calidad de vida de todas las mujeres mejora”, Cito las palabras de la Subsecretaria de la Mujer y Equidad de Género, Carolina Cuevas y estoy totalmente de acuerdo con ella. Creo que las mujeres, al tener una especial mirada del liderazgo y la colaboración, impactamos en otras mujeres, y empezamos a abrir caminos a otras, aportamos miradas diferentes y complementarias a las miradas tradicionales. No me refiero a que el resultado es mejor o peor si estamos las mujeres incluidas, sino que creo que el proceso es más inclusivo, más integral. Por ejemplo, las conversaciones tienen otro tono, quizás más desde las emociones y conectadas con nuestro propósito. El ambiente se vuelve más integral, más diverso, lo que impacta el status quo, y esto nos impacta a todos y todas. Tenemos un enfoque de liderazgo más inclusivo y transformacional, que definitivamente es positivo.
Entonces, creo que las mujeres somos aceleradoras de cambio. Ese es nuestro rol hoy en día, tanto en nuestras familias como con nuestros cercanos, y en las organizaciones en las que participamos, lo que impacta en nuestra comunidad.
¿Cómo podemos avanzar hacia organizaciones más inclusivas o socialmente responsables con la equidad de género y otros ámbitos relevantes para un desarrollo sostenible?
Chile es la nación con la cuarta participación laboral femenina más baja, en comparación con las 36 naciones que forman parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Sin embargo, hay esfuerzos desde la sociedad civil, como la organización llamada Comunidad Mujer, que es líder en generar conversaciones de equidad de género al interior de las organizaciones. Prueba de ello es la Iniciativa de Paridad de Género (IPG), en la que participa Comunidad Mujer, el BID, el gobierno, empresas y trabajadores. Esta es una alianza público-privada, que tiene como fin promover la reducción de las brechas de género. Por lo que encuentro fundamental seguir con alianzas y colaboración entre organizaciones, generar buenas prácticas y difundirlas, para que se pueda seguir avanzando en el cambio cultural necesario para aumentar la participación de mujeres y grupos minoritarios en nuestro país y afectar la composición del poder en la toma de decisiones actuales.
Esta primera iniciativa de paridad de género incluye 131 empresas y de ellas, 54 han implementado planes de acción, es decir, han pasado desde el dicho al hecho y eso es fundamental. Ya que toman acciones, son coherentes con este cambio cultural y lo primero que han hecho es tomar conciencia respecto de las brechas de género al interior de sus organizaciones, para luego implementar ciertas acciones para disminuirlas. Esto genera buenas prácticas y luego se pueden seguir difundiendo y ampliando el ámbito de acción.
Al interior de nuestras organizaciones y en nuestros diferentes roles, hay que ser coherentes, hay que generar acciones de cambio para impactar. Tenemos que convertirnos en agentes de cambio que accionan a través de un liderazgo positivo y transformacional. Lo otro que debemos considerar es tener embajadores de equidad de género, no sólo mujeres sino que todos, para seguir formándonos, educarnos en perspectiva de género para incentivar nuevas miradas sobre los actuales paradigmas que tienen al mundo con emergencia climática, sequía, pobreza, etc. Los cambios culturales toman su tiempo; sin embargo, se van viendo los cambios en la esfera pública. Hay que considerar la perspectiva de género en todas nuestras acciones.
Texto: IPP-DECOA
Foto: Óscar Pineda