Carolina Salas: «Las sociedades que optan por el voto voluntario, deben ser conscientes de esta decisión, ya que debe ir necesariamente acompañada de educación cívica»

Carolina Salas, actualmente Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica del Norte, es licenciada en Ciencias Jurídicas por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

En el 2001 obtuvo el título de Postgrado de Especialización en Justicia Constitucional y Procesos Constitucionales en la Universidad de Castilla-La Mancha, España. Donde posteriormente en el año 2008 realizó un doctorado en derecho.

Tiene diversos diplomados relacionados, experiencias y trayectoria en lo referente a las ciencias jurídicas. En esta oportunidad nos habla sobre la institucionalidad referente al escenario político en el cual se encuentra nuestro país de cara a las próximas elecciones presidenciales.

  • ¿Cómo evaluaría el funcionamiento de la institucionalidad electoral estos días?

La institucional electoral tiene que ver con el órgano encargado de llevar a cabo las elecciones que están estipuladas en la constitución. Esa institucionalidad básicamente está constituida por el Servicio Electoral y los tribunales calificadores electorales regionales y nacionales.

En la elección del pasado 19 de noviembre, ésta funcionó con normalidad tal como se ha venido haciendo desde que volvimos a la democracia en el año 1990. Yo seguí la elección a través de los noticieros, pude ver que las mesas se constituyeron a tiempo, los colegios electorales también, los escrutinios se llevaron a cabo sin ninguna complicación, por lo tanto desde mi perspectiva funcionó perfectamente.

  • Respecto a los efectos de los cambios en la Institucionalidad (el voto voluntario v/s el obligatorio; el sistema electoral proporcional v/s el binominal).
    Teniendo como escenario las votaciones del pasado 17 de noviembre ¿Existe una mejoría en la calidad de la política y la democracia en nuestro país?

Son dos conceptos diferentes. La calidad de la política, tiene que ver más con el contenido de las elecciones, relacionada con el carácter ético y moral. Porque efectivamente uno se queda con gusto a poco cuando los candidatos se atacan con argumentos personales, para poder solventar determinados programas. Lo que un ciudadano debiese esperar a esta altura, en un sistema democrático que funciona con altos niveles de calidad, debiese ser un debate que se concentre en las propuestas y programas para mejorar la sociedad y el país en el que vivimos.

La calidad de la democracia tiene un umbral mínimo que ha sido definido por la ciencia política a nivel nacional e internacional, ese umbral mínimo está constituido por la existencia del sufragio universal, que voten varones y mujeres y que hayas elecciones libres y competitivas, que exista más de un partido político y que existan diferentes alternativas y fuentes de información. Cumpliendo ese umbral, que de acuerdo a los informes del programa de desarrollo de las Naciones Unidas, Chile siempre califica con nota siete, se empieza a hablar de calidad democrática.

Sin duda que hubo un cambio. El sistema binominal era un sistema muy criticado por todas las posturas, porque solo privilegiaba a determinadas formas de votación en base a listas. El sistema proporcional actual, permitió y de hecho los resultados así lo indican, que surgiera una tercera fuera política al interior del país y que ingresaran al parlamento personas y candidatos que hasta hace cuatros años atrás no podían ni imaginar que podían ser diputados y senadores, lo que encuentro positivo.

Hay fenómenos que han ocurrido en los últimos diez años que dan cuenta de muchos cambios sociales y que tienen que reflejarse en nuestros representantes. Encuentro súper positivo que hayan deportistas, artistas y más mujeres en cargos políticos, porque así los temas que el parlamento va a empezar a tocar, serán más cercanos a la realidad y no tanto la idea de país que tenían las cúpulas partidarias que utilizaban el sistema electoral binominal. Entonces desde esa perspectiva, consideró que en el cambio del sistema electoral, hubo una mejora contundente.

En relación con el cambio de inscripción automática y voto voluntario, es una apuesta que se hizo hace tiempo atrás, para seguir los estándares internacionales en el ejercicio de los derechos políticos. Sin embargo, las sociedades que optan por el voto voluntario, deben ser conscientes de esta decisión, ya que debe ir necesariamente acompañada de educación cívica en los colegios, educación para la democracia, educación para los derechos humanos, es decir, no basta solo con implementar el voto voluntario esperando que el ciudadano solo participe, sino que el Estado, a través de sus sistemas públicos de educación, debe necesariamente hacerse cargo de educar a la población para la ciudadanía y eso es lo que ha faltado creo yo.

El año pasado los profesores participamos en los temas de cambios constitucionales, donde hubo un periodo de educación cívica y era muy alta la demanda, no dábamos abasto. Había mucha necesidad por parte de la ciudadanía y el Estado que no estuvo a la altura, porque dejó el voto voluntario como un logro político y lo abandono a la buena voluntad del ciudadano y eso es algo que no debe suceder.

  • ¿Tiene algún efecto en la ciudadanía, tanto para los derechos, deberes y valores, el tema de la abstención?

Claro, el derecho de las omisiones siempre tiene efectos y el político también. La abstención es una omisión, donde tú le estás diciendo a la clase política y a los representantes, que decides no participar de las decisiones que se están tomando al interior de la sociedad. Ese porcentaje es alto, entonces las decisiones políticas que se adoptan dentro del sistema, son decisiones que carecen de los niveles necesarios de legitimidad democrática. Lo que provoca que se vaya acrecentando la distancia que existe entre la cúpula de representantes y la clase política, con el ciudadano que vive bajo el sistema.

Se supone que en un sistema político sano, que funciona de manera correcta, las decisiones políticas nacen desde la ciudadanía y no al revés, nosotros alimentamos al sistema. Entonces si decidimos conscientemente no alimentarlo, tendrá un efecto, es una acción de protesta en donde tú te manifiestas abiertamente en contra del sistema en cual vives y eso es grave y debiese ser tomado en consideración por la clase política, el Estado y los distintos gobiernos.

Esto es simbiótico, hay una relación reciproca dentro del sistema político. Nosotros los ciudadanos estamos en la parte de abajo, somos los que nutrimos al sistema con nuestras demandas, nuestras necesidades y opiniones y arriba se encuentran los gobernantes, quienes deben recibir necesariamente estos input para convertirlos en decisiones políticas de mejoras, que apunten al bien común de todos los integrantes de la sociedad. Si tú dejas de nutrir al sistema, evidentemente nos hará daño a todos.

  • Hablando sobre la reforma constitucional. En los programas de los candidatos aparece el tema de la reforma a la constitución y se plantean diversos caminos para ellos.
    ¿Qué opina al respecto? ¿La actual constitución da cuenta de las transformaciones del país o es necesario hacer un cambio de ésta? ¿Por qué?

El año pasado participamos en varios foros y seminarios asociados al tema de cambio constitucional y era más o menos un tema ya establecido sobre la necesidad de un cambio en la constitución. A nivel de profesores de constitucional, de ministros de tribunal constitucional, de la clase política y la ciudadanía, yo creo que esto ya se percibe como algo necesario y positivo.

¿Por qué? porque Chile es una sociedad del siglo XXI, que en el último tiempo se ha complejizado a un ritmo bastante vertiginoso, entonces hay temas que quedan totalmente fuera de la constitución como por ejemplo el fenómeno de la migración, los derechos sociales, la misma calidad democrática que se tiene que manifestar mediante mecanismos de democracia directa o el reconocimiento de gobiernos regionales autónomos, que se acaba de aprobar esta semana, temas que no tienen cabida en la actual constitución.

Es absolutamente necesario contar con un nuevo texto constitucional que dé cuenta de todos estos cambios y que establezca los causes fundamentales, a partir de los cuales nosotros queremos que nuestra sociedad evolucione hacia el futuro. A nivel de país está claro que se debe realizar este cambio, la actual constitución que tenemos ya no da o no cubre todas las necesidades que una sociedad requiere, por eso se opta por buscar el camino hacia la reforma constitucional.

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