Universidades y centros de investigación unidos por el desarrollo sostenible de bahías de Atacama a Valparaíso

Los Sistemas de Bahías Centro-Norte, ubicados desde las regiones de Atacama a Coquimbo son importantes laboratorios naturales en el que convergen interacciones de relevancia ambiental y socioeconómica.

Con la llegada de la temporada estival, el borde costero se convierte en uno de los principales destinos para los veraneantes, donde se concentra buena parte la oferta turística, como la gastronomía, actividades acuáticas y recreativas. Sin embargo, detrás de estos atractivos existe una serie de procesos oceanográficos, que influencian la actividad productiva y la presencia de especies emblemáticas como los mamíferos marinos; procesos generalmente desconocidos por la ciudadanía y que es necesario estudiar, conservar y trabajar para lograr el desarrollo sostenible de las bahías.

En este contexto surge el Nodo Laboratorio Natural Océano Centro-Norte, proyecto financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutado por la Universidad Católica del Norte; a través del Instituto de Políticas Públicas, su Facultad de Ciencias del Mar; y junto a la Universidad de Valparaíso. La iniciativa además cuenta con la participación de siete instituciones asociadas, entre ellas la Universidad de Atacama (UDA), el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas CEAZA, AquaPacífico, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Universidad de Playa Ancha (UPLA), Centro Interdisciplinario de Neurociencias de Valparaíso (CINV), y la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH).

El proyecto estará desarrollando talleres multisectoriales; este 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre y, paralelamente; el 6, 7 y 13 de diciembre realizará talleres para investigadores e investigadoras de los Sistemas de Bahías de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, con el objetivo de priorizar y fortalecer la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación, contribuyendo al desarrollo de los territorios desde una mirada ecosistémica, sostenible y multisectorial en torno al océano.

Para participar, las y los interesados pueden inscribirse en https://bit.ly/T-Mult en el caso de la instancia multisectorial, y en https://bit.ly/T-SBI, para investigadoras e investigadores, y a su vez, escribir a [email protected] o buscar el nodo en las redes sociales como @labnaturaloceano en Instagram y Facebook y como @LabNatOceano en Twitter.

DESARROLLO PRODUCTIVO

Un sistema de bahías corresponde a un conjunto de bahías menores que, conectadas entre sí, forman parte de un sistema de bahía mayor que permite la conexión de éstas con el océano abierto; así lo explica la Dra. en Oceanografía e investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Marcela Cornejo D’Ottone.

La investigadora señala que los sistemas de bahías poseen atributos naturales únicos que los convierten en laboratorios naturales; como son los procesos de surgencia que se desarrollan en estos sitios, los que aumentan la productividad primaria en la costa, es decir, la disponibilidad de alimento para diversos organismos.

Este proceso contribuye al crecimiento de algas microscópicas; conocidas como fitoplancton, y la generación de algas de mayor tamaño, las que se convierten en el principal hábitat y fuente de alimento para peces, jaibas, lapas, erizos, entre otras especies en la costa, lo cual es vital para el desarrollo de la pesca artesanal. Así lo señala Miguel Ávalos Medina, presidente de la Corporación de Pescadores de Caldera y secretario de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH), quien releva además la necesidad de comprender mejor estos sistemas e interacciones.

“Para nosotros es sumamente importante el tema de la surgencia porque es donde está toda la cadena alimenticia de los recursos, donde también hay una condicionante que se ha visto durante el último tiempo con el cambio climático, frente a lo cual hay mucho desconocimiento, lo que evidencia la necesidad de realizar más estudios para entender más sobre estos procesos”, señala el presidente de la Corporación de Pescadores de Caldera.

RESGUARDO DE LA BIODIVERSIDAD

Según la Dra. Maritza Sepúlveda Martínez, Bióloga Marina y profesora titular del Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso, las bahías poseen diversas singularidades oceanográficas y topográficas; algunas se caracterizan por ser de gran profundidad o extensión, mientras que otras poseen puntas, zonas arenosas o rocosas, entre otras características únicas que generan efectos en su entorno como lo son los sistemas de vientos y corrientes, lo que en algunos casos permite el transporte o el resguardo de especies.

“Diferencias contrastantes entre las distintas bahías de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, son una gran contribución al resguardo de la biodiversidad, por ejemplo, bahías protegidas son muy atractivas para especies que necesitan protección en algún estadío de su vida; como algunas especies de ballenas que buscan bahías de gran profundidad y de aguas tranquilas para el resguardo y cuidado de sus crías”, afirma la investigadora.

SISTEMAS DE BAHÍAS COMO UN LABORATORIO NATURAL

Para el Dr. en Oceanografía de la Facultad de Ciencias del Mar, de la Universidad Católica del Norte (UCN); Marcel Ramos Quezada, estos sitios pueden ser considerados como laboratorios naturales debido a su importancia tanto a nivel ecosistémico como socioeconómico, ya que son zonas donde interactúan factores naturales y antrópicos, las que a su vez se encuentran bajo un constante estrés por la acción humana y la variabilidad natural.

Frente a este escenario surge la necesidad de realizar constantes estudios científicos multidisciplinarios, para evaluar los efectos de la intervención humana, la contaminación, la productividad y la resiliencia del sistema, entre otros factores; esto con el fin de racionalizar la intervención humana, apuntando a un desarrollo sostenible, la mantención de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que estos sistemas proveen.

“A nivel nacional la mayoría de los sistemas de bahías no han sido estudiados de forma integral ni en su estado natural, sin intervención humana, tampoco se ha evaluado la sinergia negativa de las distintas actividades desarrolladas en las bahías. El sistema de impacto ambiental actual sólo exige evaluar los proyectos por separado y no en forma integral. Por esta razón, es fundamental generar las condiciones necesarias para estudiar estos sistemas y su evolución, con el fin de generar herramientas de manejo y gestión de estos sistemas, especialmente por la crisis climática actual”, declara el investigador.

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